Familia Ortiz Díaz

Sunday, October 29, 2006

Sé feliz

"Regocíjate y canta, oh, moradora de Sión
Porque grande es, en medio de ti, el santo de Israel." Isaias 12:6

1
Y DIRAS en aquel día: Cantaré á ti, oh Jehová: pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.
2
He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí.
3
Sacaréis aguas con gozo de la fuentes de la salud.
4
Y diréis en aquel día: Cantad á Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido.
5
Cantad salmos á Jehová; porque ha hecho cosas magníficas: sea sabido esto por toda la tierra.
6
Regocíjate y canta, oh moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

Thursday, October 26, 2006

Con las 1000 pelotas

que Julián le regaló a Máximo José el día que nació (al menos, eso fue lo que le dijimos) se cubre todo el piso de la habitación de morado, amarillo, rosado y verde. Tomó una de cada color, se sentó sobre la cama y las puso en ángulos de 90, luego dijo, "Mira, mami, un cuadrado...o una equis..."

Monday, October 23, 2006

Descansa en paz

bebé de Aris, cualquiera que sea tu nombre,
todos mueren alguna vez
y a tí te tocó irte temprano.

Tanta gente que debe irse
y se queda,
pero soy injusta si las señalo.

Ahora me cuentan que se equivocó
la enfermera
o el médico, ya sé, somos humanos.

No sé lo que se siente
perder un hijo
y no quiero saberlo. Oro por tí, tus padres y hermanos.

Mi vida, te conozco al derecho y al revés y ambos lados me gustan mucho

es lo que reza la tarjeta de cumpleaños para Máximo. Su único regalo porque él dice que lo tiene TO'.

Thursday, October 19, 2006

Yo soy una estrella

En la noche del martes, luego de que se pasaran todo el día en casa de tío Roberto y tía Norka, llego a recogerlos.

- Maaaamiiiii - me abrazan juntitos los dos pedazos de cielo. Uno entregado en el abrazo y otro queriéndoseme meter dentro.

Entre lo que nos estamos despidiendo de los maravillosos abuelos anfitriones y nos contamos las anécdotas del día; tio Roberto está viendo el juego de pelota y grita: "Muévete, pariguayo"

Máximo José lo mira con ceño fruncido. Pariguayo es una palabra que conoce, lo que le extraña es el tono despectivo.

- Tío Roberto, ¿qué es pariguayo? ¿eso es algo malo?
- Sí, ombe, tú no ves que ese jugador es un tonto, un pariguayo
- Oye, tío Roberto, pero tío José Angel me dice pariguayo

Todos nos miramos y nos explotamos de la risa porque, en efecto, tío José Angel vive pariguayando a todos con un amor retozón, mientras nos hace cosquillas.

-Ah, pues dile a tío José Angel que tú no eres ningún pariguayo, que tú eres una estrella, que el pariguayo es él.-
Dirigiéndose a mí -Mami, llámame a tío José Angel-
Marco el 809-533-xxxx, sale la grabadora
-Ellos no están ahí- le digo
-Llámalo, él me dice pariguayo y yo soy una estrella- y se cruza de brazos con cara de enojo
Vuelvo a marcar 809-533-xxxx, nuevamente la grabadora
-Déjale un mensaje
-Aló, tío José Angel yo no soy un pariguayo, tú eres un pariguayo, yo soy una estrella, ¿oite?- y cierra.

Nadie sabe

En la mañana del día después en que internamos a la abuelita bombón, Máximo José empieza a llorar cuando me dispongo a despedirme, me devuelvo puesto que nunca ha llorado en este colegio.

- ¿Qué pasó, mi amor?
- Que tengo mocos - dice en llanto profundo
- Oh, pero vamos a limpiártelos
- Noooo, tú no sabes limpiármelos
A pesar de que me sorprende su extraña actitud, lo que pienso es que todavía tiene sueño y lo insto - Pues límpiatelos tú solo, mira, ahí hay Kleenex
- Noooo, yo no me los sé limpiar, nadie me los sabe limpiar. La única que sabe es mi abuela Tamaaaaraaaa -y sigue llorando

Lo abrazo y pienso en qué hermoso regalo de hijo me ha hecho Dios. Tan pendiente de los demás, tan sincero en sus afectos, cuán detallista siempre, con tanto sentido común. Nunca esperé tanto y cuando lo termino de abrazar, lo miro a los ojos, se los limpio y se los beso.

- Hasta la tarde, mi amor, que te vaya bien en el día de hoy. Te quiero.

Veo, Veo

- Veo un objeto redondo. Con un círculo en medio. De color rojo ¿qué es?
- Un AAAAAAAAAROOOOOO - Dice la clase en un solo grito
- Muy bien - dice la maestra guía
- ¿Qué otras palabras comienzan con el sonido "aaaaa"?
- AAAgua - dice un niño
- AAAire - dice una niña
- AAAntílope - dice Máximo José
- Y ¿qué es un antílope, Máximo José?
- Un animal que vive en el Africa
- ¿Cómo es el antílope?
- Se parece a la gacela pero tiene los cuernos puntiagudos y no corre tanto, por eso el león se lo come.
- ¿Cómo son los cuernos del antílope? - dice la maestra, impresionada de que él tenga apenas 3
- Son derechos y puntiagudos, así (gesticulando hacia arriba). No son como el del venado, que parece un árbol del otoño, sinó rectos.
- Y al antílope también se lo come el cocodrilo cuando lo ve bebiendo agua en el abrevadero pero el antílope nada más come hierba.
- Oh, muy bien, Máximo José.

Pasa un par de horas cuando llega Priscilla, la maestra de Julián donde Jazmín

- Jazmín, ¿qué es un Ñú?
- ¿el qué?
- Un ñú
- Qué sé yo
- Pues ¿te acuerdas del toro raro que le enseñábamos a los niños?
- Sí
- Eso es un ñú
- Ah
- Estábamos enseñando los animales cuando nos toca mostrar el toro raro y le decimos a los niños: "Miren, tooooroooo, toooorooo". A lo que Julián responde: "Ay, no; profesora, eso es un ñú". Lo buscamos en el diccionario y salía una ilustración del toro raro. ¿Tú sabes lo que es eso?

H-U-M-A-N-O

A la abuelita bombón hubo que internarla el lunes. Julián duerme en el sofá de la habitación mientras Máximo José observa inquieto cómo le hacen un electro.

- Doctora, ¿qué usted le hace a abuela Tamara?
- Un electrocardiograma
- ¿Qué es un electiocambionama?
- Un chequeo del corazón
- Ah, ¿usted le está mirando el corazón?
- No, lo estoy escuchando
- Ah, ¿así pum pum?

(Dice la mamá): Sí, Máximo José, acuérdate que el corazón se escucha con el estetoscopio y el electrocardiograma va a dibujar los latidos del corazón que está adentro del pecho de abuelita con esa maquinita en un papel.

- Ah, claro (para los niños siempre es evidente lo casi inverosímil). Doctora, mi abuela no tiene pijama (e inverosímil lo evidente).
- Sí, ella no tiene pijama
- ¿Usted es que le va a buscar la pijama?
- No
- Alguien le tiene que buscar la pijama a abuelita porque ella no puede dormir sin pijamas.
- Claro - dice la doctora a quien empieza a molestarle ya la sarta de preguntas y órdenes hasta que lo advierto y me lo llevo por los pasillos a leer los números de las habitaciones y deletrear...Ache, U, eme, a, ene, o.

Saturday, October 14, 2006

Qué pena no tener una cámara

9:10 "Mira, mami, un corazón que te hice" (MJ con una fresa grande, le mordió dos laditos de la parte inferior y parecía un puro corazón)
9:20 (con las mismas fresas) "Ten, mami, una flor" (y me pasa una fresa agarrando el tallito)

Máximo José al mediodía

12:10 "Mami, mis peluches siguen durmiendo, parece que ellos creen que es de noche" (y se ríe a carcajadas)
12:11:30 "Ya soy un adulto" (y se pone las chancletas de su papi)
12:11:42 "Doña, prepáreme un buen desayuno"
12:13 (encendiendo todas las luces) "Déjame prender las luces que es de día" (todas las ventanas están abiertas pero hay una nube)

Friday, October 13, 2006

Yo te quiero, Poli

Y te felicito en tus 77. Poli, te quiero con el mismo corazón de cuando era chiquita y la salida era por Los Pinos. ¿Todavía te duele que no te subiera la pensión el gobierno del padre de tus "hijas" en el Santo Domingo? A mí me consta que la necesitas y te paso los únicos cien que tengo. Súbete a mi carrusel, magnífico Poli y te hablaré del Rey de reyes y de mi fé; que los hombres se olvidan con el poder de la gente y comienzan a cargar en el Mercedes todos los dólares por si acaso se pueden llevar algo del otro lado. Conmigo no hay eso. Yo sé que este mundo es apariencia, Poli, y no me quiero llevar nada salvo esta genuina chispa que se enciende cuando estoy contigo. Porque a los cinco se ama así, sin condiciones, y no hay nada que pueda cambiarme. Ven, Poli, yo te llevaré cada noche delante de Dios cuando te abrace mi memoria en mis rezos porque te recuerdo en tus 30s, sin canas, el paso arrastrado inequívoco, con tus larguísimas piernas dispuestas a albergar a toda la población de escasos cinco a siete durante las revueltas con gas lacrimógeno de la UASD, cuando era caliente. Tú ibas de caqui y yo de colores. Ya la UASD no es lo que era pero tú eres el mismo. Con la sonrisa comida por debajo, los ojos te siguen colgando miserias aunque el alma es casi irreverente de viva y feliz. Tú eres mi poli, mi fortaleza. El mismo que esperaba conmigo a que llegara papi y no me dejó sola, aunque nadie llegara a buscarme, aunque tu tiempo pagado hubiera pasado. Tú eres gente. Nunca te fuiste hasta que la última de nosotras se fuera. Siempre hacía calor y todas con la boca seca. Tú hablabas con el frio-friero para que nos diera hielo y te ví darle dinero a veces, porque tu corazón es de oro y el dinero es de papel.

Tú eres mi poli, del que ninguna otra se acuerda. Pero no te preocupes, que yo me acuerdo. Con la lengua trabada, hablas rapidísimo pero yo te sigo el paso y comprendo. ¿La gente recordará tu estupendo silbato plateado? Yo te imaginaba sagrado cuando lo soplabas. A mí me enseñaron a respetarte, Poli, pero este amor te lo ganaste tú.

Hoy no sabes quién soy porque me ves en otro lugar que no es mi casa pero yo te conozco en todo sitio, mi querido Poli y cada vez te llamo, y te explico por enésima ocasión quién soy y te presento a mis hijos de nuevo porque para mí tú eres algo parecido a Juan Pablo Duarte o la bandera. Y te sorprendes de escuchar que mis hijos te conocen. Que no te dé vergüenza no reconocernos porque yo sé quién soy para tí y sé que la culpa la tienen tus 77. En tu corazón brilla toda mi vida, Poli, yo te he visto cuando me ves. Tú eres un quién transparente y puro. Así que ven, siéntate a mi mesa. Ven, príncipe de plata, que tu plato siempre estará servido a mi derecha.

Tuesday, October 10, 2006

Oido al azar

"Gracias, abuela, tú eres mi bombón". Máximo José a Abuela Tamara durante una conversación telefónica anoche.

Mi Juli


-Mami, yo quiero un bebé- dice Julián.
-¿Para qué tú quieres un bebé?- le pregunto
-Para jugai- dice
-¿Un muñeco bebé?- acertamos a entonar juntos Máximo José y yo, y nos reimos.
-No, mami, un bebé de veidá- insiste.
-Aaah, ¿tú quieres un hermanito bebé?-
-No, mami, solamente un bebé- explica.
-¿Qué vas a hacer con el bebé cuando termines de jugar con él?-
-Oh, ¡lo voy a añoñai!- dice seguro de sí

(¡Qué difícil es tener dos años!)

Venecia

Desarropándome, quiero durar un rato más entre las sábanas pero me visto. Hay mucha suciedad en mis zapatos que nunca se han limpiado desde que salieron de su caja. Se han paseado por Europa, Santo Domingo completo y un cumpleaños de niños. Soy una marchanta que lleva de todo en el baúl de las suelas: cabellos, muchos cabellos, catarros, intuyo que escarcha porque hay un brillito desconocido por ahí, aserrín, aceite de carros, asfalto, chiclets escupidos, suspiros de azúcar y los que cayeron al lado de la anciana que me pidió dinero, migajas de galletas, pasto o mejor dicho pasta de hierba, gusanos machacados al paso, sancocho, pastillas de menta trituradas como vidrio de botella Presidente, cemento y grava de la construcción de al lado, moho, lodo, confetti; refresco de uva, de naranja, de merengue y una pepsi cola de dieta; una astillita de yuca, dos juguetes de piñata incrustados, cartón y recortes pequeños de fotos del album que terminé. Yo tengo las plantas llenas de vida mientras las cunetas van exhibiendo excremento y polvo que se ha unido al agua que cayó ahorita; todo es desperdicio.

Y así me subo al vehículo que se supone que deba llevarme todos los días, aunque no haya gasolina en todo el mundo y cuyo suelo intenta formar los rompecabezas que dejaron mis hijos pero todavía no los termina. Nosotros ya hemos bebido el agua veneciana, alcantarillada, subterránea, estancada, un agua corpórea de la boca de él, que se agacha como un perro, con su cabello amarillo empegotado que contrasta con la ropa también sucia y su piel oscura. Y no puedo más que orar por él, acelerando y llorando de paso, porque él no tiene la culpa de estar loco, ni de ser despreciado por tener tanta sed.

Monday, October 02, 2006

5te quierpo


escribió Máximo José a Tim. Quiero decirle "te quiero a tío Tim", me dice MJ. Yo le digo, ok, voy a deletrearte y tú buscas las letras en el teclado. Está bien, me dice. "T" de Toro, de Tomate, de Taza..."E" de Elefante, de Enano, de Equilibrio. Y como el número 5 está encima de la T, se le van juntos. La única tecla que le enseñé fue la de espacio. Máximo José no sabe donde comienza y termina una palabra. Máximo José no tiene idea de lo que es el espacio. El inunda cada lugar con su presencia. Pero acaba de escribir "5te quierpo" y pienso en que sólo tiene 3 años. Se me salen las lágrimas porque yo no sé si él va a ser feliz conociendo tanto. No quiero que se dé cuenta. Desde que tiene 2 años se sabe el alfabeto completo sin equivocarse. Deletrea cada valla o letrero que ve. Nadie me lo cree cuando lo cuento pero tampoco nadie cree que él tiene 3 cuando lo hace en público. Así que cada vez que escucho sus razonamientos y los pongo al lado de su edad, pienso en que probablemente Máximo José sea un gigantesco asterisco en mi vida que sigue creciendo.

What Kind of Car Are You?