Familia Ortiz Díaz

Friday, November 24, 2006

Ciudadana Cero

Mami debió haber sido socióloga. Ella es la única persona que conozco capaz de montarse en una guagua de transporte público hasta la Duarte ida y vuelta sólo para darse un baño de pueblo y para conocer el sentir de la gente. Habla con todos los que encuentra a su paso y quiere que luego mi hermana o yo le resolvamos algún problema a completos extraños. Nos pone de cabeza por un problema ajeno y ay de nosotras si no podemos. Vino a mi edificio antes de mudarnos y durante nuestra mudanza nos presentó a todos los vecinos. Los vecinos, fascinados, todavía me preguntan por ella, que hace mucho que no la ven, que suba o baje a tomarse un café. Mami fue a Santiago a casa de mi tía Dolores, quien llevaba 5 años viviendo en un apartamento y le presentó a todo el que vivía en el edificio, a los vecinos aledaños y a quien actualmente le lava el carro. Nadie le creía que mi tía llevaba 5 años viviendo ahí. Ella se para a comprar fruta y le pregunta al frutero que desde dónde viene, que si viene de por ahí entonces la fruta es del mercado tal, que cuántos hijos tiene, que cómo se llama la mujer, que a qué hora termina y comprar fruta se convierte en ir al cine porque te pasan un peliculón de tres horas. A veces pienso que Tamara Liz debe haberme encontrado por ahí y haberse decidido educarme puesto que aunque físicamente nos parecemos tanto, mi querida madre y yo no nos parecemos en nada.

Mami llora en los entierros ajenos, aunque estemos en este entierro, ella cruza y pregunta todo sobre el otro entierro, llora a la persona que falleció a quien ella no conocía y se abraza con todos al final. Los asistentes al otro entierro, le terminan dando el pésame a mi mamá. En el entierro que estemos, llora y se ríe al mismo tiempo pensando las cosas buenas y las cosas divertidas del occiso, para luego llorar a cántaro roto por la falta que le va a hacer. A mí me dá vergüenza porque soy muy grave y no termino de comprenderla en ese momento como la comprendo ahora. Es que mami entiende la vida mejor que yo.

Busca un motivo para hablar con las personas. Yo la veo esperando una oportunidad, lo advierto en sus ojos que escudriñan al otro y a veces le digo a través de mis labios y ceño fruncido: "Ni te atrevas". Pero ninguna advertencia es suficiente pues ella se avalanza sobre el otro y le ayuda a levantar un papel que se le cayó y por ahí comienza. Nos vamos del lugar y la persona totalmente desconocida, le cae atrás para dejarle su teléfono y le dice que no la deje de llamar para tal o cual cosa, casi siempre hay envuelto un favor que "mami" le va a hacer. Ella siempre cumple.

No busca teléfonos en la guía, para ella el 1411 no cobra. Siempre tiene un lío no provocado por ella con Verizon, que si le quitaron el acceso al cero y al uno, que si le están cobrando una llamada a Suiza y ella no conoce a nadie allá, lo último es que su teléfono salía en las Páginas Amarillas en la sección de Laboratorios y le estuvieron cobrando ese servicio por un año pero debe ser cierto eso de que cuando uno habla al teléfono se escucha la sonrisa y mami es una joya que brilla tanto que las operadoras de Verizon le resuelven todo sin hacerla esperar mucho en la línea. Ella les dice que está cocinando un filetico de cerdo y que eso no se puede quedar solo en la estufa porque se cocina rápido y las operadoras le devuelven la llamada con el problema resuelto. No conozco un problema que ella no haya resuelto que no se haya quedado amiga del que le ocasionó el problema. Mi esposo trabajó para Codetel, tiene múltiples contratos en Verizon, pero pasa desapercibido en una empresa proveedora tan grande. Un día fui a pagar unos teléfonos y recordé una gestión que debía hacer para la que me piden la cédula en la cual aparezco con los apellidos de soltera aún, me dijeron: ¿Díaz Liz? ¿usted será familia de Tamara Liz? Asiento. Respuesta: Ah, es que ella es nuestra clienta. Mami sólo tiene un contrato de teléfono allí.

Mañana va a decorar una de las miles de bodas que ha decorado sin cobrar un peso. Ella quería que yo también fuera a ayudarla a armar la boda de una completa desconocida, pero mañana realmente no puedo. Por si dudan de que es una completa desconocida, la historia es que la hermana de una amiga de ella, oyó que fulana tiene una conocida a quien se le va a casar una hija y necesitan a alguien que la decorara sin cobrar por un percance económico que pasaron. Pero también decora las bodas de todo el que se casa en la iglesia a la que asiste y las bodas de todo el que quiera. Esa es mi mamá. Cuando yo me casé, el problema era porque quería invitar al mundo entero. Hace treinta años que no veo a fulano, pero hay que invitarlo porque ese muchacho es taaaan bueno y su mamá también, guárdame dos invitaciones. ¿Qué será de Sutanita? Tú no puedes dejarme la invitación de Sutanita. Nótese que Sutanita era amiga de ella cuando estaban en el colegio y jamás la ha visto de nuevo. Finalmente invitó a los vecinos de atrás de la casa en la que nos acabábamos de mudar, a los del frente y los de los lados. A ninguno lo conocíamos, pero ella sí. Lo mejor es que ellos fueron a la boda, la gozaron más que yo y la ayudaron con la recogedera.

Vamos a la playa y se baña ¡con bikini! Prohibido reirse, que estoy hablando en serio y es de mi mamá. Cuando le pregunto ¿Por qué? Casi con las manos en el cielo, ella dice que no hay nada más bonito que un bikini y que el que no la quiera ver, que no la vea. Cuando era joven y me avergonzaba ésto, ella empezaba a gritar por la playa “Esa es mi hija”, señalándome con el dedo. No había escapatoria.

Todo lo que sé me lo enseñó sin discursos. La primera vez que no quise comer y ni siquiera probar lo que tenía en el plato, me dijo que no había problema, preguntó que si yo había sopetiado esa comida. Cuando le dije que no, me dijo, "Ven, vamos allí". Caminamos un poco en el vecindario y entró a una casa, era el "Hogar Lubby", todos la conocían y cuando digo todos, me refiero a niños con grandes discapacidades haciendo gestos profusos de reconocimiento. Ella dijo "Sólo tengo un plato de comida pero no se preocupen, que alcanza para todos". En efecto, cada niño probó la comida que desprecié como un manjar del cielo. A partir de ese momento, mi mamá me involucró con su mantra: "Aunque creas que tienes poco para compartir, siempre hay suficiente y todos tenemos la obligación de dar". Es la verdadera razón detrás de las acciones sociales en las que sus hijas están involucradas, sin alharaca, sin publicidad. La ví una vez dividir lo único que teníamos en la despensa, un triste arenque, uno, un solo pez seco y pequeño, entre nosotras tres y una tercera persona que apareció ese día por casa. Siempre hemos confiado en que ella sabe lo que hace y que esa persona seguro lo necesitaba más. Multiplicó el pez para todos los presentes, con gran algarabía y gozo.

Dios no le dió varones pero la bendijo con sus dos nietos, mis hijos. La relación es tan estrecha que está enterada de todo lo que gusta a Máximo José y Julián, eso ha cambiado desde Barney y Elmo a todas las sagas habidas y por haber, que si Star Wars o Narnia y les ha regalado los libros que me leía sin faltar cuando pequeña, cada noche, antes de dormir. Lo sabe todo de ellos, o sea, me siento una excelente madre, me he dedicado a "no perderme mis hijos" pero es que mami los conoce mejor que yo y su queja es "que no se los presto lo suficiente". No hablemos de tonterías como el color y juguete favorito, hablemos de que en un cumpleaños de uno de ellos, me hizo coger lejísimo a buscar un "regalo importante" que tenía que hacerle, en la tienda aquella por Villa Consuelo lo que compró fue un foco y unas pilas. Yo sinceramente me irrité un poco, ir tan lejos por algo que venden en cualquier lado. Poco sabía yo que éste era un foco "especial". Todavía recuerdo estupefacta la cara de Julián y sus gritos de "¡Justo lo que quería, gracias abuelita!". No era cualquier foco, era el que mi Juli quería para "un secreto" entre ellos. Ese foco es muy pequeño pero tiene una luz lo suficientemente potente como para llegar a iluminar las estrellas fluorescentes que pegamos en el techo de su habitación, y el consejo que acompañaba el regalo: "Mira, lo enciendes el suficiente tiempo como para poderlas iluminar todas, luego lo apagas y TARAAAAA ellas brillan solas". Mami tiene la delicadeza de saber exactamente cual es el anhelo más profundo de un corazón. Tempranito, los sábados y domingos, mis hijos hacen carreras para "llamar a la abuela Tamara" y dichoso es el que empuña primero el teléfono, ese gana. Su secreto es disfrutar a sus nietos en su lenguaje por que es que se disfraza y juega a la guerra y les gana casi siempre, con estrépitos de victorias sazonadas por varios minutos antes de que comiencen a darle "una pela" en el Wii. Así que, como le ganan en Wii, ella se aprovecha y les gana en las "guerras". Las hay de dos tipos, la de "cuerpo a cuerpo": casco, espadas y pistolas (la foto de abajo muestra a mami "lista para ganarles"); y la de decenas de soldados organizados a la perfección en todo el suelo, disparando cañones de "Nerfs" y cuanta artillería pesada se encuentre a mano. Les gana en esas guerras con reglas "inventadas al instante", como niña, excepto cuando lleva tantas victorias en su haber que "los deja" ganar, y mientras, les enseña estrategias de vida y a armar un hospital de soldaditos con los robots haciendo de médicos, ustedes saben, ciencia superior. A Max, cuando se quejó de que le llamaban "gordo", mami lo fortaleció diciéndole que llorara si alguien le llamaba "flaco" por que si lo hacían, era por que se estaban burlando de él. Y es que ser quien se es para mi mamá es el disfrute absoluto.

Ahora está tomando clases de computadora. Ya le buscó trabajo a un muchacho, al segundo día le llevó mentas a todos. Cuando la internaron dos personas de la clase la fueron a ver (ella llevaba una semana en esa clase). Está feliz porque sabe PowerPoint y aprendió a usar el Internet.

Monday, November 13, 2006

El señor Romain


le habla a los niños acerca de la autoestima, de cómo hacer su tarea, del estrés, de qué se hace cuando una persona fallece, de ser quienes son, etc. El autor de "Cliques, Phonies and Other Bullonies" es Trevor Romain y sus productos se pueden encontrar en www.trevorromain.com

Nosotros que crecimos viendo la pobreza de cerca

y no hacemos nada por erradicarla.

http://miraclefoundation.org/

Ahora que Paola se va al Africa, me gustaría pensar en que yo voy con ella y ayudo en su causa

http://www.southwestern.edu/~bednarb/journalism/gerardy.doc

Friday, November 10, 2006

A veces me muero por dentro

y se lo debo a la gran tristeza de ver a los pseudo-amigos cruzar rápido sin saludar ni siquiera por respeto propio. La gente va tan rápido matando a los demás, sin pistolas ni balas. Como el señor que vino en vía contraria y se parqueó frente a mí disparándome insultos sin razón e innecesarios. Yo, en vía correcta, doy reversa y lo dejo pasar porque el mundo se intoxica si le respondo. Recuerdo a la señora inmensa que le gritó a mis hijos, que van felices saludando el mundo, cosas que no se les dice tampoco a los adultos.

A veces me rio por dentro al ver que los niños reconocen a todo el mundo y pasan gritando de contento, moviendo sus manitas en gesto amistoso. Reconocen a la señora que limpia en el colegio, al portero, al amiguito que le tiró piedras pero ya se les olvidó, reconocen a los amigos de los padres y a todo el que conocen, y de paso saludan a los que no conocen, sólo por la aventura de la alegría.

A veces soy como los niños y me entusiasmo con la vida y voy saludando a todos los que conozco y a los que no conozco también. Y me siento tan feliz por dentro hasta que me convierto en adulta y me duele que nadie me haya devuelto el saludo.

Sunday, November 05, 2006

¡¡¡Mira, mami

soy el "oso de roda"!!! [Coloso de Rodas] con un pie en un caballo de juguete, el otro en una silla y Julián pasándole por debajo.

What Kind of Car Are You?